Me contaba mi madre que estas pastas se las enseñó a hacer a mi abuela y una hermana suya, también panadera, una “señorita” que venían a pasar el verano al pueblo. Ya entonces se convirtió en la pasta estrella de la casa y así sigue.
Recuerdo con la atención que miraba a mi tía preparar la masa mientras desayunaba, o poner las claras a punto de nieve con una varilla manual. Cuando salía del colegio ahí estaban mi madre y mi tía decorando las ciegas con una cuchara haciendo rayita a rayita escuchando lucecita en la radio.
Nosotros hemos cambiado la varilla manual por la batidora y las cucharas por mangas pasteleras pero el resto lo seguimos haciendo como antaño y con mucho cariño.
A base de yemas de huevos, un toque a canela, un suave sabor a anís y el grosor de la pasta es lo que le diferencia del resto.
Al ser tan finita no te dejará indiferente.
¡Imposible comer solo una!
Información adicional:
Ingredientes: Huevos, harina de trigo, azúcar aceite de oliva, aguardiente, vino blanco, anís y canela.
- Envasado: Cajas de 24 unidades.
- Conservación: Conservar en un lugar fresco y seco.
- Consumo preferente: Cuatro meses desde elaboración (ver etiquetado).